
En Tambogrande, un distrito de la región de Piura, existe un plato tradicional que representa la identidad y el sabor de su gente: el cogote, conocido en otras partes de la región como Copús. Este potaje destaca por su preparación ancestral, ya que originalmente se cocinaba bajo tierra, utilizando una olla de barro cubierta con mantas y arcilla, lo que le daba un sabor y textura únicos. El cogote es una mezcla de carnes, principalmente de cerdo, acompañadas de frijoles, verduras y especias locales. A veces, según el gusto de las familias, se le añade arroz, lo que lo convierte en un plato nutritivo y sustancioso que se disfruta en reuniones familiares y festividades.

La tradición gastronómica del cogote sigue viva, transmitiendo un sabor que evoca recuerdos y define quiénes somos, legado que se pasa con cariño de generación en generación..

Mucho más que un plato
Aquí no solo te contamos sobre un potaje típico, te revelamos una historia que huele a leña, sabe a hogar y se transmite con amor de generación en generación.
¿Dónde empieza esta historia?
En una cocina de barro, con leña encendida y risas alrededor. Así nació el cogote: humilde, poderoso y eterno.
¿Por qué esta tradición continúa?
Porque es identidad. Porque es resistencia. Porque cuando se cocina cogote, no solo se alimenta el cuerpo, se alimenta el alma y la memoria.
¿Qué significa el cogote para Tambogrande?
Significa identidad, orgullo y encuentro. Es el plato que acompaña nuestras celebraciones y el que siempre vuelve a unirnos alrededor de una mesa.
¿Qué hace único al cogote?
El secreto no está solo en el sabor, está en las manos que lo preparan. Cada familia tiene su toque, su sazón, su historia. Eso lo hace irrepetible.
